miércoles, 25 de septiembre de 2013

El asiento

Hoy me animé y le pedí a él (espero haber sido escuchada) el asiento que da a la ventanilla. La travesía se supone extensa y el tiempo no es algo que quite mi sueño, pero dadas las circunstancias prefiero el horizonte en mis pupilas. En la lejanía diseño las mejores fotografías aún no reveladas; en definitiva los anhelos se visten de imágenes a la hora de los pensamientos. Como todo viaje compartido tiene buenos y malos momentos; dada las bajas de algunos viajeros se aprende a fuerza de lágrimas que el camino es franco para todos.  Hemos cruzado espesuras y también transparencias; personas de todo tipo  con quienes hemos devanado distintas palabras. He visto nacer soles además de asistir a atardeceres mágicos. Las oscuridades nada tienen que ver con las noches y otros detalles, asimismo como las sombras muchas veces tienden a ser lapsus. De la memoria prefiero los no pontificados, tal vez porque los dogmas atan y de los sentimientos prefiero el júbilo aún a sabiendas de alguna melancolía innata. Hoy me animé y le pedí a él, llámese compañero, destino, hado o como quieran apodarlo el asiento que da a la ventanilla del tren existencial; espero haber sido escuchada…

No hay comentarios:

Publicar un comentario