sábado, 7 de diciembre de 2013

Pestañeo existencial


Los caminantes y los caminos son necesarios a la hora de fluir entre el ayer, el hoy y el devenir. A veces reconocemos una y otra vez la piedra que no acompaña, la que entorpece la marcha y sin embrago juega en el zapato. No obstante ello, esto de dividirme para multiplicarme en enésimas palabras tiene claros sesgos de entrega y abandono. Cuando la noche se refugia bajo la luz de la luna me sostengo de ella. No conozco otra fragmentación que la propia, quizá sea la de muchos, la de algunos, la mía o la de todos. Vale recordarme dividiéndome entre aguas: las primigenias, las natalicias, las pegajosas, pujando en penumbras un pestañeo de la raza humana.

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