sábado, 17 de mayo de 2014

Contra la corriente – Sergio Gaut vel Hartman & Ana Caliyuri

—Si en mis manos estuviera la posibilidad de ayudar a la gente a deshacerse de cualquier artificio metafísico —discurseó Mefitel— y contribuir a que logre saltar por encima de la concepción imperante, lo haría sin vacilar. —Pero usted es un sacerdote —protestó Leti. —Lo soy, pero también afirmo que la religión es la droga más nociva que hayamos creado. Y ninguna campaña contra las adicciones se ocupa de ella. —Pero un sacerdote se rige por dogmas y los dogmas son los pilares de las religiones — replicó Leti con un nudo en la garganta. —Soy un sacerdote antidogmático, que no es más que otra manera de seguir siendo un dogmático pero en forma consciente. Me convertí en aquello que no deseo ser durante la última traición global a lo mejor del ser humano —dijo apenado Mefitel. —Desde que el mundo es mundo existen las traiciones… —Por eso mismo Leti, usted es libre. Aproveche que no está atada, como yo, a la prisión de la carne. El espectro se alejó del sacerdote y trepó por las nubes como si fueran los peldaños de una escalera. Suponía que su tarea debía comenzar en el cielo.

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