sábado, 12 de septiembre de 2015

– Novissimo


Siempre me habían hablado de los finales abiertos. Esos que sólo sirven para que discutamos hasta la madrugada acerca de las infinitas posibilidades de un final inconcluso. 
A mi compañero de acrobacias le encanta ser un tipo que está a la vanguardia. Me propuso un final abierto, segundos antes de partir de la rampa acrobática. La hamaca llegó hasta mí. Miré hacia abajo y unos seis metros me separaban del piso. La red no estuvo a la vista como en funciones anteriores. Yo también soy de vanguardia, pero los finales me gustan precisos- así fue Inspector- como sin pensarlo dos veces, ligué sus manos con el vacío. La supervivencia es la nueva moda…

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