domingo, 20 de septiembre de 2015

PÁJARO DE MIL ABISMOS

Y fue
en el último
vestigio
de la tarde
cuando el corazón
agigantó
su latido.
Y fue
el aire
una barca
de poesía
y lamenté
todas las ausencias
los poemas magros
las lenguas mezcladas
los héroes inadvertidos
Y me pregunté
si puede más
la sencillez
que un poema
colgado
del cielo mismo.
Y fue puro
el palpitar
de los versos
desprevenidos…

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