sábado, 17 de octubre de 2015

Bajo las piedras


Macarena sacudió la cabeza. Necesitaba poner en claro los pensamientos: la vida no es exacta, se repetía por lo bajo, mientras los dedos azuzaban los recuerdos escondidos por décadas. Abrió una vieja caja vacía a modo de rito. Sabía muy bien que ahí no hallaría más que algún recorte de diario que no la contemplaba. O si…

 Los gobiernos de facto como aceros destilan filos en todas direcciones. Era hora de sublimar puntas de flecha. Tomó el camino corto: escuchó su propia historia en cautiverio mental y echó a volar el último pájaro con alas. Era tiempo de otra música y al mejor estilo Clarice Lispector, tímidamente, canturreó: lalalalala.  Sacudió la cabeza nuevamente, y una vieja canción comenzó a sonar en los recuerdos. Tal vez mañana empezaría a buscar bajo las piedras las fotos que la nombraban.

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