jueves, 9 de junio de 2016

Prosa de color

Desde el principio de los tiempos, nace el afán humano de erigirse como potro indomable en la mente. El instinto que galopa azaroso, empeñado en su verdad, y también en su falacia, como espejismo que sostiene.
Ambos, pincel y sentimientos, son artesanos de la trama con los hilos que entretejen.
Ella, mariposa del éter, rescata su cabellera tras los colores de la siembra. 
De una u otra forma, nada es indiferente al corazón que brilla en la armonía poética.
Por enésima vez, la poesía se oxigena en otros pasos ciertos: son las emociones como cataratas sirviéndose de la belleza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario